En el restaurante Sandò del centro de Madrid se pusieron en contacto con el equipo Resyrok para la instalación de un techo lacado negro por un problema de altura que además, fuera microperforado acústico para evitar la resonancia dentro del local y así tener un ambiente más confortable y discreto.
En la primera foto, se puede apreciar que hay empotrado un gran canal donde van integradas la iluminación.
En la tercera foto, se aprecia la zona de bodega donde se ve el reflejo en el techo lacado negro de alto brillo microperforado y un efecto de duplicación de altura de un sitio que no es excesivamente alto. La sensación es de un ambiente muy desahogado y los acabados cómo se pueden apreciar son de alta calidad integrando focos, elementos empotrados, sensores de humo y emergencias. Pueden entrar a formar parte de las decoraciones más exclusivas.